La pita ventrirroja (pitta erythrogaster) es un pájaro pequeño y rechoncho de pico estirado y vientre rojo, parecido al petirrojo pero con la cola más corta, y que habita en los bosques tropicales de Filipinas, en otros lugares de suelos volcánicos y en islas del sudeste asiático como Indonesia, Papúa Nueva Guinea o Sula.
Los avistamientos de estas aves suelen ser muy comunes, pero ahora, gracias a la publicación de la última actualización de la Lista Roja de las Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UINC) ha demostrado que no es la misma ave la que se observa en todas sus localizaciones sino doce especies diferentes.
Esta precisión ha sido posible gracias a un nuevo método propuesto en 2010 por la revista IBIS, que garantiza una mayor objetividad.
La pita ventrirroja había sido considera como una "preocupación menor". Pero con la aparición de estas doce subespecies, cuatro de ellas han pasado a formar parte de la Lista Roja de la UINC.
Estas son la Erythropitta caeruleitorques de las islas Sangihe en Indonesia; la E. palliceps de las islas indonesas de Siau, Tagulandang y Ruang; la E. inspeculada de las islas Talaud de Indonesia; y las E. splendida en las islas Tabar en Papúa Nueva Guinea.
Juan Carlos Atienza, director de conservación de SEO/BirdLife ha destacado que "muchas de estas especies están muy amenazadas y hay que hacer algo si no queremos perderlas, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de sus amenazas son debidas a actividades humanas".
Las cuatro especies amenazadas han sido catalogadas como "vulnerables". La disparidad de subespecies se debe a las diferentes condiciones de la zona donde habitan, que ha ocasionado una evolución dispar.
"Podemos encontrar distintas coloraciones, cantos, tamaños y longitud de pico. Es un fenómeno muy similar al que ocurrió con los pinzones de Darwin en las islas Galápagos", ha concluido el experto.