El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado, empleado de mantenimiento de un hotel de la calle Puente Romano de Cangas de Onís, el día 3 de septiembre de 2016, propinó reiteradas patadas a un pequeño gato de color blanco que se encontraba en el interior del establecimiento, para que saliese del mismo.
Las patadas le provocaron una fractura de cuello de fémur de la extremidad posterior derecha, por lo que hubo que practicarle una intervención quirúrgica, según informa la Fiscalía en una nota de prensa.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de maltrato animal. Además de la pena de prisión, Fiscalía solicita la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga que ver con animales y la tenencia de animales durante 2 años y abono de una indemnización de 956,01 euros en concepto de gastos veterinarios.