El perro llegó al centro hospitalario siguiendo la ambulancia en la que iba su dueño y se instaló fuera del hospital Santa Casa de Misericórdia de Novo Horizonte, en Brasil, donde el hombre finalmente falleció, según recoge el diario británico The Independent.
El animal llevaba cuatro meses por la zona del hospital y se alimentaba gracias al personal hospitalario que le estuvo alimentando durante todo este tiempo.
Estos mismo trabajadores llevaron al animal a una perrera de la zona pero, a los pocos días, se lo volvieron e encontrar por las inmediaciones del hospital. El perro había vuelto para seguir esperando a su dueño.
Pero esta historia tiene un final feliz y finalmente el perro ha conseguido un nuevo hogar gracias a una familia que le ha adoptado.