El gobierno local de la capital informó que la concentración media de partículas PM 2.5 en el aire (las más pequeñas y nocivas), fue en enero de 34 microgramos por metro cúbico, una cifra muy alejada de los periodos de máxima alerta en los que se han superado los 500 microgramos.
En 25 de los 31 días del mes de 2018 se registró una calidad del aire “buena” según los estándares, lo que produjo inusuales jornadas de cielo azul.
Esmog y carbón
La sustitución del uso de carbón por gas natural en muchos sistemas de calefacción doméstica en Pekín y alrededores, junto a condiciones climáticas favorables, han contribuido a la mejora de la atmósfera de la capital.
No obstante, observadores y prensa señalan que el precio a pagar por ello ha sido el aumento de los índices de polución en otras zonas del país a las que se han trasladado industrias contaminantes antes sitas en Pekín.
También se han visto perjudicadas familias de zonas vecinas a la capital, que por retrasos en el plan de sustitución de la calefacción de carbón o problemas de abastecimiento de gas natural han tenido que sufrir temperaturas bajo cero en el interior de sus casas.