Sánchez ha explicado que "este Gobierno quiere mirar la economía desde una perspectiva ecológica viendo oportunidades donde otros ven amenazas". Por ello, el Gobierno "se plantea tres grandes normativas al respecto que son: la aprobación de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, un Plan Nacional integrado de energía y clima, y un Plan integral de innovación tecnológica y desarrollo económico hacia la transición energética".
España "es un país que se enfrenta como ningún otro a las amenazas del cambio climático", ha afirmado. Además, ha recordado que el volumen de emisiones en 2017 alcanzaron las 338 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 4,4 % con relación a las de 2016, y es el mayor en términos interanuales desde 2002.
Este Gobierno pretende impulsar la "transición justa" sobre todo en aquellas zonas que se vean afectadas por el cambio energético. Apuesta por el autoconsumo energético, eliminando trabas y barreras para "democratizar la transición energética".
En relación al agua, ha expuesto que desarrollarán nuevos planteamientos con una "política coherente", porque España no puede seguir con la especulación de "ver si llueve" para tener agua. "Hace falta consenso y una mirada a corto plazo", ha añadido. Por ello, el Gobierno va a trabajar en "una nueva cultura del agua", ha asegurado, impulsando "los planes de sequía y ejecutando inversiones previstas financiadas con fondos europeos, y en las que en muchos casos hay retrasos acumulados que pueden suponer la devolución de esos fondos, con un problema tan evidente como el que tenemos de sequía y agua".
Respecto al sector de las energías renovables, "nuestro país tiene grandes fortalezas que no debemos desaprovechar", ha sostenido. De ahí que en este ámbito, el Gobierno "asume acompañar" a las pymes y las grandes empresas de este sector. Ha concluido que el Gobierno apuesta por "adaptar la economía a la inversión tecnológica y humana".