El riesgo de inundación es real por lo que el ayuntamiento de la capital francesa ha movilizado a cientos de profesionales de salvamento, en lo que ya se conoce como 'Operación Sequana'.
Aproximadamente, cerca de 90 organismos y empresas participan en esta operación para saber cómo actuar en el caso de que se produzca esta subida de las aguas del río Sena durante los próximos días.
Por ello, el Instituto de Ordenación Territorial y Urbanismo de la región parisina ha realizado una recreación de cómo quedaría la capital francesa en caso de sufrir la inundación. 'Los simulacros de inundación' han comenzado con ejercicios que contemplan una subida de los niveles del río de 50 centímetros diarios.
La hipotética inundación parte de la posibilidad de que llegue un frente frío sobre al norte de Francia, lo que desencadenaría un periodo de bajas temperaturas provocando que se congelasen, progresivamente, las capas superiores del suelo.
A ello, habría que sumarle fuertes precipitaciones que harían crecer al Sena y sus afluentes a un ritmo de 50 centímetros al día, al principio, y de hasta un metro después, que el terreno no podría absorber debido a su congelación.
En un caso así, cerca de millón y medio de personas se verían afectadas por los cortes de electricidad y algunas carreteras quedarían inservibles, así como 140 de los 322 kilómetros de la red de metro y cercanías.
Por todo ello, las recomendaciones de la alcaldía animan a los ciudadanos a no salir de casa en este supuesto, a preparar un kit de emergencia con agua o alimentos no perecederos, a no dejar en los sótanos material delicado, a llevar los coches fuera de las zonas inundables y a no tomar los ascensores.
En 1910, la crecida del río Sena superó los ocho metros y medio de altura provocando grandes destrozos.
Aunque la probabilidad real, de que esto ocurra, es de un 1% cada año, el ayuntamiento de París prefiere previr que tener que lamentar sus posibles consecuencias.