En un nuevo informe, elaborado con datos de 83 agencias meteorológicas nacionales, la OMM destaca que solo 15 de ellas prestan servicios climáticos que pueden considerarse como "avanzados" o "completos", si bien el número ha aumentado desde 2019, cuando únicamente eran ocho.
Dentro de los "servicios climáticos" no solo estaría la habitual previsión meteorológica, sino todo suministro y uso de datos, información y conocimientos sobre el clima para facilitar la toma de decisiones.
Los países de Asia y África han sido los que más han incrementado su capacidad de prestación de este tipo de servicios, gracias a la financiación destinada específicamente a planes de adaptación frente al cambio climático.
No obstante, según el informe, las brechas financieras en estos servicios climáticos son todavía grandes en los países y los pequeños Estados insulares en desarrollo, así como en América Latina y el Caribe, donde los sistemas de alerta temprana son cada vez más necesarios para poder enfrentar peligros como los incendios forestales o las sequías.
Fenómenos climáticos extremos más frecuentes e intensos
El temor ante los fenómenos climáticos extremos planea tras un 2023 que se convirtió en el año más cálido registrado hasta la fecha y un 2024 en el que las temperaturas se están manteniendo a niveles sin precedentes, convirtiéndose así las olas de calor en el evento extremo asociado al cambio climático que más muertes genera, (un 57 % del total).
Otro fenómeno que es cada vez más habitual son las inundaciones, que fueron el desastre natural registrado con mayor frecuencia del último quinquenio.
Estas condiciones extremas, según la agencia meteorológica de la ONU, han hecho que los servicios climáticos prestados a los gobiernos nacionales y, en concreto, a los sectores de la agricultura y de planificación y respuesta ante situaciones de emergencia sean actualmente "los más demandados y necesarios".
"En una coyuntura de retos medioambientales sin precedentes, nunca antes había sido tan crucial elaborar, difundir y utilizar la información climática para facilitar la adopción de medidas relacionadas con el clima", subrayó al presentar el informe la secretaria general de la OMM, la argentina Celeste Saulo.
Invertir en el presente para estar preparados en el futuro
En este sentido, la OMM indica que, aunque más del 80 % de los países analizados en el informe destacaron la relevancia de los servicios climáticos como parte de sus estrategias nacionales de adaptación ante el cambio climático, son todavía pocos los Estados que están creando servicios climáticos adaptados.
Destacan casos como el de Estados Unidos, que de los 63.000 millones de dólares que dedica a la adaptación al cambio climático únicamente destina entre 4.000 y 5.000 millones a invertir específicamente en servicios climáticos y sistemas de alerta temprana ante desastres.
Ante esta situación, la OMM pidió a los gobiernos aumentar la inversión en los servicios climáticos, así como apostar por la cooperación regional.
Ello les permitirá compartir recursos, conocimientos y tecnología, lo que se traduce en una aplicación más "completa y eficaz" de los servicios climáticos, destacó la agencia.
Por otro lado, el informe también revela importantes lagunas en el desarrollo de servicios climáticos que tengan en cuenta las repercusiones específicas de los riesgos relacionados con el clima para niños, mujeres, personas con discapacidad y otros grupos sociales marginados.
Por ello, la agencia meteorológica de la ONU pide a los gobiernos dar mayor voz a estas poblaciones en los planes de adaptación climática, así como apostar por aumentar la educación de los jóvenes en estas materias para que puedan ser asociados claves en el desarrollo de los servicios climáticos.