Este proyecto multimillonario ha sido aprobado por un tribunal del país, que ha situado la obra en plena selva de Batang Toru. El lugar no solo sería el hogar de la especie orangután en peligro, sino también de algunos tipos de gibones, una especie de monos, y de varios ejemplares de tigre de Sumatra.
La construcción de esta presa ya ha sido denunciada por el grupo ecologista Foro Indonesio para el Medioambiente (WALHI), pero ha sido rechazada por la corte provincial. Esta asociación medioambiental declaró que al llevar a cabo el proceso de construcción, se acabaría con la vida de, al menos, 800 ejemplares del orangután de Tapanuli o Pongo tapanuliensis. Después del rechazo de su denuncia, desde WALHI han comenzado una recogida de firmas acompañada por protestas en distintas partes de la región, que buscan paralizar cuanto antes el proyecto de la empresa china Synohidro. Además, también se han puesto en contacto con el Banco de China para evitar cualquier tipo de financiación.
Estas protestas, que ya han adquirido un marcado tono internacional, han puesto en alerta a Serge Wich, uno de los especialistas en la conservación de los primates que confirmó en 2017 la existencia de esta nueva clase de simio en Sumatra. El investigador se siente “decepcionado” con una decisión que se basa en un estudio medioambiental “muy defectuoso”. Más aún cuando la construcción de la presa piensa situarse en pleno centro de la selva de Batang Toru que es, precisamente, “donde más alta es la densidad de esta especie”.