Fundada en 2004, el instituto 'Gremar' integra desde 2015 la lista de organizaciones que actúan en el Proyecto de Monitorización de las Playas de la Cuenca de Santos, creado como una medida de protección para las zonas "en potencial riesgo" de impacto por la producción y extracción de petróleo.
Rosane Farah, bióloga jefa y coordinadora del instituto Gremar ha explicado que la pesca y la ingestión de basura, presente en los océanos y las playas, son las dos razones principales de la muerte o varamiento de animales marinos, como peces, aves, tortugas y hasta pingüinos.
Los más afortunados, como 'Preciosa', una tortuga de cuatro años a la que tuvieron que amputarle su aleta derecha por las heridas que le produjo quedarse atrapada en una red de pescadores, logran ser rescatados e ingresados en unidades de tratamiento de entidades como el Gremar.
Esta tortuga, como otros animales rescatados, permanecerán bajos cuidados médicos durante los próximos meses hasta que estén recuperados y listos para volver a la naturaleza.
Otros animales aparecen muertos en las playas pero, también, son recogidos por el equipo del instituto, compuesto por unos 50 profesionales entre veterinarios, biólogos y voluntarios, quienes realizan necropsias para detectar la causa del fallecimiento y documentar los restos de basura presentes en los cuerpos.
"Siempre intentamos identificar los rastros de basura dentro de los animales, precisamente para, a través de la educación ambiental, alertar a la gente sobre las consecuencias de tirar basura en el medioambiente", explica la bióloga.
Entre los residuos encontrados tanto en tierra como en el agua se ve de todo, desde globos de fiesta y bolsas de plástico hasta los envoltorios de caramelos, pasando por cuerdas, cigarrillos o preservativos.