Durante la celebración de la Cumbre del Clima COP26 de Glasgow, una coalición de once Gobiernos nacionales y subnacionales ha acordado, este jueves, poner fin a la concesión de nuevas licencias para la exploración y explotación de petróleo y gas en los territorios bajo su jurisdicción.
Se trata de una iniciativa promovida por Dinamarca y Costa Rica, denominada ‘Beyond Oil and Gas Alliance’ (Alianza más allá del petróleo y el gas, BOGA son sus siglas en inglés). Gracias a ella, once ejecutivos, al que se añade otro más en concepto de ‘amigo’, han llegado a este acuerdo.
Pretenden poner fin a la explotación de estos recursos fósiles por medio de una transición justa y bien gestionada. En este sentido, se han adherido, como miembros principales, Francia, Irlanda, Suecia, Gales (Reino Unido), Quebec (Canadá) y Groenlandia.
También han entrado a formar parte de la iniciativa como miembros asociados Nueva Zelanda, California (Estados Unidos) y Portugal, mientras que Italia se ha unido, por el momento, como ‘amigo de BOGA’, de manera que apoya sus objetivos.
Los miembros principales de esta alianza se comprometen, por tanto, a poner fin a estas concesiones, mientras que los miembros asociados deben mostrar esfuerzos por eliminar dicha producción de forma progresiva.
El motivo de esta alianza no reside en que no haya más petróleo, sino en que es lo que se debe hacer, tal y como ha asegurado el ministro de Clima, Energía y Servicios públicos de Dinamarca, Dan Jorgesen, a pesar de ser una decisión cara.
Con todo ello, la alianza BOGA supone un gran cambio muy esperado en el ámbito de la geopolítica, porque los países están siendo conscientes de los esfuerzos que se necesitan para frenar la producción de petróleo y gas y mantener así el ascenso térmico en 1,5 grados.