Más del 80% de las personas que viven en zonas urbanas están expuestas a niveles excesivos de contaminación, especialmente aquellos que se encuentran en países con un bajo nivel de ingresos, según ha apuntado la OMS (Organización Mundial de la Salud).
En concreto, las ciudades más desfavorecidas y con más de 100.000 habitantes tienen unas tasas de contaminación cercanas al 98%, mientras que las que pertenecen a estados con altos ingresos el porcentaje se reduce hasta el 56%.
Los niveles de contaminación han aumentado un 8% en los últimos años. Este agravamiento convierte la contaminación en un problema de salud pública. A medida que disminuye la calidad del aire, aumenta entre la población el riesgo de accidentes cardiovasculares, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y patologías respiratorias aguas como, por ejemplo, asma, según ha señalado la OMS.
Los países de Europa, las Américas y la región del Pacífico Occidental son las zonas que cuentan con menor contaminación, mientras que las más contaminadas son estados de la zona del Mediterráneo Oriental, las regiones del sudeste asiático y las ciudades más pobres del Pacífico Occidental.
Algunas de las medidas destacadas por la OMS para reducir la contaminación consisten en reducir las emisiones de las chimeneas industriales, aumentar el uso de las fuentes de energía renovables y priorizar las redes del ciclismo.