La investigación llevada a cabo por el IQAC-CSIC junto con investigadores del CNRS-Universidad de Lorena (Francia) y Purdue University (EEUU) ha descubierto que en la superficie de las nubes se forman radicales hidroxilo a una velocidad de entre tres y cuatro órdenes de magnitud mayor de la esperada. Josep Maria Anglada, investigador del IQAC, ha explicado que "el ozono en la estratosfera absorbe la radiación solar y nos protege de los rayos ultravioletas nocivos para la salud. Pero en la troposfera, el ozono actúa como contaminante y es un gas de efecto invernadero.
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista científica 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) de EEUU. Constata que sin estos radicales hidroxilo producidos en las nubes "los niveles de contaminación serían insoportables". Los resultados se centran en el efecto que ciertas partículas , radicales hidroxilo que se forman en la superficie de las nubes, ejercen sobre la atmósfera.
Los radicales hidroxilo (HO) son, según Anglada del IQAC, purificadores de la atmósfera ya que permiten degradar la enorme cantidad de compuestos orgánicos que se emiten a la troposfera. El HO, son la forma neutra del ion hidróxido, son muy reactivos, de corta duración y se producen a partir de la descomposición de hidroperóxidos o, en la química atmosférica, por la reacción de oxígeno atómico excitado con agua.
Barrera higienizadora
El investigador ha explicado el proceso de estudio, dónde han combinado los resultado de simulaciones por computador con datos experimentales para estudiarr la fotoquímica del ozono en la interfase arie-agua y predecir su implicación en la atmófera de la Tierra. "La interacción del ozono con los rayos solares genera un proceso fotoquímico que produce los radicales hidroxilo".
Los resultado muestran que el proceso de absorción del ozono por la nubes es espontáneo y que su fotoquímica convierte la superficie de las nubes en una importante e inesperada fuente de radicales hidroxilo.
Alrededor del 50% de la atmósfera de la Tierra está cubierta por nubes y hay trabajos de campo que demuestran que el ozono troposférico y la concentración de radicales hidroxilo determinan la eficiencia oxidativa de la atmósfera.