"Son datos espectaculares. Es muy difícil, con una especie como ésta, con la dificultad de introducción en el medio natural que ha tenido desde el comienzo, haber conseguido 30 cachorros nacidos en estado salvaje en 2017", ha explicado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.
El consejero ha realizado un balance del programa Life +Iberlince junto a responsables de la empresa Fomecan, que desarrolla el proyecto en la comunidad autónoma en colaboración con el Gobierno regional. Desde que en 2014 se inició el proyecto se han introducido 59 linces en Castilla-La Mancha (los últimos 16 este año), con lo que es la comunidad autónoma donde más ejemplares se han introducido.
En los dos últimos años ya ha habido camadas y en total han nacido 49 cachorros de lince ibérico en estado salvaje, 30 de ellos este año 2017. El objetivo del programa era consolidar dos zonas con presencia de lince en la comunidad autónoma, que se ha conseguido "plenamente", ha dicho el consejero, y asegurar la presencia de, al menos, cinco hembras territoriales en cada área, lo que también se ha logrado porque hay 7 en los Montes de Toledo y 5 en Sierra Morena Campo de Calatrava.
De los 59 linces introducidos, 19 han muerto por distintos motivos (nueve atropellados, dos ahogados, tres por furtivismo y otros por muertes naturales o enfermedad), algo que los responsables del proyecto estiman como un porcentaje "muy bajo" en relación con el número de ejemplares introducidos y las 49 crías nacidas.
El primer año sobrevivían seis de cada diez linces reintroducidos y ahora son nueve de cada diez. Fuentes ha explicado que las muertes de linces han sido "bajas previstas" y ha señalado que la tasa de supervivencia en este momento es "espectacular, según los datos aportados por el director técnico de Fomecam, Rodrigo Julián Fuentes.
Además, la Consejería está trabajando en las carreteras CM420, a la altura de Mazarambroz (Toledo), ampliando los cerramientos para dirigir a los linces a los pasos subterráneos, y el año próximo lo hará en la CR50, en Viso del Marqués (Ciudad Real).
"Lo importante es que tenemos al lince ibérico en nuestra tierra, en estado salvaje", ha señalado el consejero, quien ha calificado el proyecto de "éxito" y ha avanzado las líneas en las que trabajan para el siguiente Iberlince.
El consejero también ha hablado de "éxito" en la colaboración público privada de este programa de recuperación del lince ibérico en la península, en la que trabajan cuatro administraciones públicas (las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha y el gobierno de Portugal) y el ámbito privado.
El presupuesto de Life+Iberlince en todo el periodo (desde los estudios previos en 2013) ha sido de 2,5 millones de euros y aunque tenía que concluir este ejercicio se ha prorrogado hasta mediados de 2018. Castilla-La Mancha ya trabaja con Andalucía para el siguiente Iberlince, que incluirá corredores ecológicos entre zonas con presencia estable de linces, e incidirá en la variabilidad genética de la especie.