La semana pasada veíamos como el programa de cría y reintroducción del lince ibérico comenzaba a dar sus frutos: nacía la primera camada de linces ibéricos en Sierra Morena Oriental.
Ahora, Kiki, una hembra de tres años procedente del centro de cría de Silves (Portugal) y liberada en 2014, ha parido dos cachorros sanos, que han sido detectado gracias a las cámaras de fototrampeo.
La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha calificado de muy positivo para la recuperación del lince en toda Castilla-La Mancha el nacimiento en estado salvaje de esta segunda camada, porque han destacado que constituye "un gran paso en la conservación de esta especie".