Las organizaciones ecologistas Gepec-EdC han denunciado la muerte de 26 cigüeñas por electrocución los pasados 12 y 13 de agosto. La muerte se produjo en unas torres eléctricas situadas en Mas de Barberans, Tarragona.
Las torres eléctricas son usadas por las grandes aves para pararse durante sus grandes migraciones o para anidar.
La muerte por electrocución se ha convertido en la primera causa de fallecimiento en las cigüeñas. En otras especies, como el águila perdicera, esta causa de muerte impide la recuperación de las parejas.
La mayoría de las especies afectadas por este problema están protegidas por ley y muchas de ellas se encuentran en una situación de peligro de extinción.
“Hay que pedir responsabilidades, tanto a las empresas eléctricas como a la administración. Ni una ni otro están afrontando este grave problema como sería de esperar. Hay que aplicar urgentemente sistemas de modificación de torres para evitar nuevas electrocuciones”, afirmaba Gepec-EdC.
Los sistemas que protegen a las aves de estas electrocuciones son "fáciles de implantar técnicamente y asumibles económicamente", afirmaba la organización ecologista.
Las organizaciones reclaman una reforma de las leyes que obligue a las empresas eléctricas a implantar estas modificaciones y que les haga responsables de las muertes, tanto por electrocuciones como por choques contra hilos eléctricos.
Las aves migratorias representan el 23% del total de aves del mundo, de las cuales el 14% están consideradas como amenazadas o casi amenazadas. Estas especies viajan cientos de miles de kilómetros para encontrar el clima adecuado para alimentar a sus crías. Sin embargo, ese viaje está lleno de peligros, la mayoría causados por la actividad humana, según apunta el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
EN TARRAGONA
EN TARRAGONA
Mueren 26 cigüeñas electrocutadas en tan solo dos días
Los pasados 12 y 13 de agosto se hallaron 26 cigüeñas muertas electrocutadas en torres que de red eléctrica en Mas de Barberans, en Tarragona. La electrocución se ha convertido en la primera causa de muerte en aves de gran envergadura.
Hazte Eco
| Madrid | 19/08/2015