Un nuevo ejemplar de lince ibérico ha muerto al ser atropellado por un vehículo en la autovía A-4, a la altura del municipio de Viso del Marques (Ciudad Real), sentido Madrid.
La muerte de este ejemplar, del que se desconoce su nombre, se suma a los trece linces que han muerto en Castilla- La Mancha desde el inicio de la reintroducción de estos animales en 2014, tanto en los Montes de Toledo como en Sierra Morena Occidental. De los trece, seis han sido por las mismas causas, al ser atropellados.
En este año 2017, también han fallecido otros dos ejemplares en Andalucía. Uno de ellos, una hembra llamada Melisandre, quedó atrapada en un lazo, una trampa ilegal utilizada para la caza. El otro ejemplar también fue atropellado, esta vez en la carretera A-421, en la provincia de Córdoba.
A esto, también se suma la triste noticia de la muerte de Durillo, un ejemplar que nació en libertad en Doñana y al que incorporaron al programa de cría en cautividad de 2012 tras detectarle una amputación parcial de la extremidad posterior derecha.
Durillo ha fallecido finalmente tras no superar un problema pulmonar grave, motivo por el cual fue reubicado en las instalaciones de cuarentena del centro de 'El Acebuche' (Huelva), según ha comunicado el Programa Lynx ex situ.
A pesar de esta mala racha, el año 2016 ha dejado datos más esperanzadores y se estima que, en la actualidad, existan en la península ibérica unos 440 individuos de linces. En 2017, LIFE+Iberlince tiene prevista la suelta de otros 40 ejemplares criados en cautividad.