Según datos de Naciones Unidas y de la Fundación Ellen McArthur, el sector textil es responsable del 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), y de no frenar ese ritmo aumentarán más del 50 % para 2030.
Estos datos tan alarmantes han movido a la marca de calcetines 'Socks market' a impulsar la iniciativa 'Moda Km 0,0', que persigue evitar que las materias primas tengan que "pasear medio mundo y recorrer miles de kilómetros", puesto que el impacto medioambiental generado por el transporte es "insostenible", ha insistido su fundador Miguel Valero.
Esta iniciativa ha llevado a esta empresa de moda sostenible a desarrollar una colección de prendas "confeccionadas en España y con algodón de España", esto decir, con fabricación y materias primas de origen local.
España cosecha de media el 21 % del total del algodón de la Unión Europea pero la mayoría es para exportación y hasta ahora ninguna empresa española confeccionaba con él, debía importarlo. "No tiene sentido que un algodón cosechado en Sevilla sea exportado a países como Indonesia o Bangladesh para ser hilado y teñido, y luego viaje de vuelta a Burgos para convertirse en prenda", denuncia Valero.
Pero conseguir trabajar con algodón cosechado en Sevilla, hilado en Cataluña, teñido en Valencia y tejido en Burgos ha requerido de un "laborioso, aunque reconfortante" proceso de búsqueda de proveedores y fábricas en el territorio nacional, para el que han tenido que investigar la tradición de la industria textil en España en los siglos XIX y XX, antes de la globalización.
"Estamos trabajando en pequeños pueblos, que queremos ver renacer, donde hoy apenas hay tres o cuatro negocios que perduran, por los cuales queremos apostar", ha subrayado.
Además, trabajar con empresas que tienen una "tradición calcetera centenaria" se traduce en una mejor calidad de los productos, aumentando su durabilidad y, por lo tanto, reduciendo el consumo, escapando de la “fast-fashion”.
El concepto “Moda km 0,0” no solo persigue trabajar con producto de proximidad por causas medioambientales, sino que también tiene un "gran componente social", colaborando tanto a fijar población en la España vaciada como a mejorar la situación de los trabajadores de la industria textil que "continúa siendo precaria". El 90 % de ellos perciben un sueldo que "no les da para vivir".
Valero ha asegurado que el cambio en el modelo de producción hacia la relocalización reforzaría también la economía local y generaría puestos de trabajo dignos.
El empresario ve con cierto optimismo el futuro de la industria, considera que, "aunque sea arrastrados a la fuerza", el mundo comenzará a caminar hacia la relocalización y el consumo razonable.
La marca de calcetines 'Socks market' ha conseguido que su producción “viaje solo cientos de kilómetros y no miles", ha concluido Valero.