La Sociedad Ecológica Británica ha realizado uno de los estudios más completos para conocer cómo vuelan las aves entre las orillas del Estrecho. Para ello, se han basado en el seguimiento satelital de 73 milanos negros, una de las especies más numerosas entre los millones de aves que cada otoño cruzan el Estrecho para invernar en África, y, en primavera, regresar a Europa para reproducirse.
La Fundación Migres, que lleva más de veinte años estudiando las migraciones avícolas, ha participado en la realización de esta investigación y censaba en otoño de 2019, el paso de 164.468 milanos negros.
Sin embargo, muchas veces esta migración es agónica, puesto que el mar no tiene corrientes de aire ascendente, como la tierra, que les permiten planear, como señalaba el coordinador científico de la Fundación Migres y uno de los coautores de este trabajo.
Durante el estudio, los 73 milanos fueron marcados con dispositivos GPS que retransmitían con precisión la posición, altitud y dirección de cada ave. Además, llevaban un acelerómetro que informaba de la forma de vuelo del ave, si aleteaba o planeaba, y cuántas veces lo hacía por minuto.
El resultado se traduce en un centenar de intentos de cruce del Estrecho, por parte de los 73 milanos; que casi en cuarenta ocasiones abortaron el cruce y regresaron a tierra.
El estudio estima también que la tasa de mortalidad es de menos del 1% en cada cruce del Estrecho. Lo que significa que cada año mueren ahogados más de 1.000 milanos negros.
Por otro lado, el trabajo ha mostrado que estas aves analizan las variables antes de decidirse a cruzar el Estrecho. Puesto que no cruzan de forma indiscriminada, sino que marcan una estrategia de vuelo para alcanzar la otra orilla.