La ONGSea Sepherd Conservation Society (SPC) afirma que 1.428 delfines fueron asesinados frente a las Islas Feroe el pasado domingo, 12 de septiembre. Esto se debe a la caza anual de Grindadrap, en Dinamarca, con más de 1.000 años de tradición, donde también se sacrifican cientos de ballenas piloto debido a su carne y a su grasa.

Esta organización denuncia que la matanza de todos estos delfineseste año ha supuesto la mayor cacería registrada a nivel mundial. En esta sanguínea tradición, los mamíferos son conducidos a la orilla para ser acuchillados por los balleneros.

A pesar de que los medioambientalistas de Sea Sepherd llevan viajando a las Islas Feroe desde 1980 para tratar de frenar esta situación y difundir la masacre que en ellas se comete, el número de mamíferos muertos este año ha batido récord, produciéndose más carne de delfín de la que se puede consumir.

Sin embargo, los habitantes y el gobierno local de las islas piden que la tradición se mantenga, justificándola en que estos animales constituyen un elemento clave de su dieta; además, aseguran que su cacería es una diversión vikinga tradicional bien organizada y regulada.

Desafortunadamente, es muy difícil identificar en qué punto se asesina a estos mamíferosporque hay 23 calas del Atlánticodonde pueden ejecutarse; esto complica aún más anticiparse o llegar a tiempo para impedir la matanza.

Por su parte, el presidente de la Asociación Ballenera de las Islas Olavur Sjurdarberg, Heri Petersen, que preside la asociación de esta caza en la costa donde se produjo la matanza, ha asegurado que este año la cacería se ha ido de las manos porque llegaron demasiados delfines a la orilla y había poca gente esperando para asesinarlos, viéndose prolongada su agonía.