Los mares y océanos de todas las partes del mundo se enfrentan a los mismos problemas, la contaminación, la sobreexplotación y la destrucción de la biodiversidad.

Mediterráneo

Las Instituciones como la Unión por el Mediterráneo o el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, han alertado que las aguas de esta cuenta ha aumentado 1,5ºC la temperatura, en comparación con la era preindustrial y prevén que en los próximos años haya más sequías, lluvias torrenciales y olas de calor-

Una de las pruebas de la grave situación que viven los ecosistemas marinos es la reciente catástrofe del Mar Menor en Murcia, donde el pasado mes de octubre aparecieron miles de peces muertos en las orillas.

Ártico

En el caso de los mares y océanos como el Ártico, el calentamiento puede ser negativo no solo a nivel ambiental, también por los conflictos que podrían originarse por la actual reducción del hielo, que mejoraría las rutas de navegación y facilitaría la explotación de recursos naturales.

Además, el calentamiento de esta zona trae consigo otros problemas como el derretimiento del permafrost, la capa de suelo permanentemente congelada sobre la que se asientan edificios e infraestructuras en los que causarían dañados por el ablandamiento del suelo.

Otros mares fríos y calientes

Algunos mares fríos como el Báltico o el Mar del Norte sufren también contaminación de metales pesados, por tráfico marino, sobreexplotación pesquera o por la gran cantidad de parques eólicos y plataformas petroleras, que han puesto en peligro a especies marinas como el bacalao.

Pero, la situación de los mares más cálidos como el Caribe no mejora, es bastante similar. La sobreexplotación pesquera, los residuos agrícolas, los vertidos y los plásticos, provocan alteraciones de ecosistemas y la proliferación de especies invasoras.

Frente a todos estos problemas, laCumbre Mundial del Clima de Madrid (COP25) dará ejemplo de la conservación marina con normativas como la Política Pesquera Común, que busca erradicar la sobreexplotación pesquera, o la Directiva sobre Estrategias Marinas, cuyo objetivo es que los mares alcancen el Buen Estado Ambiental para 2020.

Además, esperan que en laCOP25se sienten las bases para introducir a mares y océanos en la discusión ambiental,y poder implantar medidas como la protección de un mínimo del 30% de los ecosistemas marinos, la moratoria para la explotación de recursos mineros y fósiles, o la reducción de vertidos contaminantes.

Por parte de España, las experiencias como el LIFEIntermares buscan consolidar y ampliar los espacios marinos de la Red Natura 2000, así como mejorar el conocimiento del litoral con una descripción precisa.