La Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna (FWC) ha señalado que la marea roja todavía se extiende a lo largo 233 kilómetros de la costa suroeste del estado con altos niveles de toxinas liberadas por la microalga que la origina y que por primera vez se ha detectado en la costa noroeste de Florida.
Desde el mes de julio, la floración de algas nocivas ha ocasionado la muerte masiva de delfines, que ha obligado a la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EE.UU. a declarar un Evento de Mortalidad Inusual (UME, en inglés) y establecer un equipo de investigación independiente.
Ataque al sistema nervioso
Esta toxina neurológica ataca el sistema nervioso de estos animales (y también de los seres humanos), los desorienta y los lleva incluso a la muerte. NOAA detalló que han muerto cincuenta delfines en siete condados afectados por la microalga tóxica.
La Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna ha detectado en la última semana una “alta concentración” del microorganismo “Karenia brevis” (causante de la marea roja), de hasta más de “un millón de células por litro” en los condados de Pinellas, Manatee, Sarasota, Charlotte y Lee. Las estadísticas de esta Comisión indican que de los 140 manatíes que han muerto este año, 47 fueron por la marea roja y sospecha que el resto de esas pérdidas también se debe a el mismo fenómeno natural.
Por otro lado, desde junio hay unos 500 reportes ante la FWC de cientos de miles de peces muertos a lo largo de la costa sureste de Florida asociados con la marea roja, entre ellos de mero, lisa, róbalo, brema o plática, bagre, róbalo, anguila y trucha.
Mientras, el Laboratorio Marino y Acuario MOTE de Sarasota ha señalado que ha rescatado o recuperado muertas 248 tortugas marinas en lo que va del año, unas 197 desde junio pasado, pero que no todas obedecen a las marea roja, ya que algunas mueren al estrellarse contra embarcaciones o quedar atrapadas en equipos de pesca.
Esta mortandad de fauna marina tiene alarmada a la comunidad científica, mientras que las amarillentas aguas de la costa del Golfo de México en Florida, que además emanan fétidos olores, han ahuyentado a los visitantes.
Aunque no hay cifras oficiales de las pérdidas económicas,los dueños de restaurantes y servicios turísticos se han quejado de que los bañistas evitan las playas para evitar problemas sanitarios, pese a que brigadas de trabajadores recogen a diario los peces muertos.
La marea roja
El senador por Florida Bill Nelson ha señalado que la marea roja ha costado a las empresas en las islas turísticas de Sanibel y Captiva, en el condado Lee, más de 19 millones de dólares en pérdidas de ingresos durante este verano. La marea roja puede producir irritaciones respiratorias o de los ojos debido a las floraciones, un fenómeno natural anual, que esta vez se ha extendido más de lo normal, desde noviembre de 2017.
Desde hace décadas, los científicos de MOTE experimentan formas de detener la marea roja, y por ahora trabajan en varios frentes, entre ellos un proceso que extrae agua infectada de la marea roja en tanques, donde es tratada con ozono para purificarla y luego devolverla al océano.