Científicos de diversas partes del mundo apuestan por poner el foco en el mar para reducir el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera como una nueva medida en la lucha contra el cambio climático.

Este nuevo rumbo se debe a que otras medidas adoptadas con anterioridad para corregir problemas medioambientales, como la reforestación, han resultado tener una escasa capacidad en su finalidad, por lo que ahora resulta necesario acelerar la lucha contra la crisis climática.

En este sentido, Canarias aspira a convertirse en un referente mundial a través del desarrollo y experimento de nuevas formas de estimular la captura de los gases de efecto invernadero por las aguas marinas, a través del proyecto europeo OceanNet.

Las aguas costeras de Gran Canaria son el escenario del primer experimento de este proyecto, que constituye una iniciativa pionera a nivel mundial. Sin embargo, es imposible alcanzar la neutralidad climática, es decir, que todo lo que emitamos sea igual a lo que se secuestre en los sumideros naturales.

Esto se debe a que ya hay mucho CO2 en la atmósfera y, para rebajar su presencia, sería necesario eliminar 670 gigatoneladas de aquí a final de siglo a un ritmo de unas 10 gigatoneladas (10.000 millones de toneladas) por año.

Por ello, la apuesta se centra ahora en multiplicar los beneficios del proceso natural de alcalinización de las aguas marinas para la calidad del aire. Se trata de un procedimiento a través del que las aguas marinas restan CO2 al ambiente al ir a parar a ellas, por erosión u otras vías, minerales terrestres en los que se ha fijado parte del dióxido de carbono.

Sin embargo, es un proceso lento que reduce menos de un gigatón al año, por lo que es necesario acelerarlo, ya sea triturando la minería y llevándola al mar, o bien produciendo esas sustancias de manera electroquímica, para poder añadirlas al mar.

A pesar de que hay otras soluciones, la principal apuesta está en potenciar la alcalinización marina, que se está llevando a cabo de la mano de investigadores españoles, alemanes y británicos.

Con todo ello, OceanNets tiene dos grandes proyectos basados en la alcalinización oceánica: el primero se está desarrollando en la isla canaria y le queda poco para terminar, y, el segundo se llevará a cabo en aguas frías oceánicas de Bergen (Alemania) para tener dos zonas contrastadas.