A lo largo de la última Conferencia Mundial sobre Vida Silvestre (CITES) se ha debatido todo tipo de propuestas para la protección de determinadas especies, así como la rebaja de algunas de estas medidas con respecto a animales que han experimentado la recuperación de sus poblaciones.
Por una parte, los asistentes a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre han aprobado una mayor protección de las jirafas, así como del elefante africano. No obstante, entre las propuestas e iniciativas dispuestas a lo largo de esta reunión internacional ha destacado la planteada por el Gobierno de Eswatini, que pedía una mayor permisividad para el comercio del rinoceronte blanco y de sus partes.
A esta propuesta, se le ha sumado también otra muy similar por parte de Namibia, que buscaba la legalización del comercio internacional de rinocerontes blancos vivos, así como en forma de trofeos de caza. No obstante, ambas han contado con la negativa mayoritaria de los estados participantes en la conferencia.
Por otra parte, al menos en Kenia, el futuro de esta especie, donde la población de rinoceronte blanco del norte se reduce a solo dos hembras, podría haber encontrado la clave para su supervivencia. Un equipo de investigadores y científicos de este país habría logrado fecundar siete de diez óvulos extraídos de las dos hembras, con semen congelado de otros dos machos de esta especie.
Se estima que en todo el mundo quedan alrededor de 20.000 ejemplares de rinoceronte blanco, después de la recuperación progresiva de esta especie que en 1900 contaba solo con 100 ejemplares. No obstante, determinadas subespecies de este animal, como el rinoceronte blanco del norte, presentan una situación mucho más grave, con tan solo dos animales vivos y en cautividad.