Los embalses almacenan actualmente un total de 20.763 hectómetros cúbicos (hm3) de agua, 319 menos respecto de la semana pasada, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que añadió: "Las aportaciones pluviométricas de la DANA aún no se hacen notar en las reservas, dado que al cierre del boletín los volúmenes de agua están aumentando las reservas de agua en el suelo y en tránsito por los cauces hacia los embalses".
Ese descenso se produce después de que las precipitaciones de los últimos siete días afectaran considerablemente a toda la península, con el valor máximo en Tortosa (Tarragona), donde se recogieron 156,8 litros por metro cuadrado. La serie histórica de Transición Ecológica, a la que tuvo acceso Servimedia, indica que la actual reserva de agua embalsada es la segunda más baja desde 1995 en la 36ª semana del año, solo por delante de la de 2022 (35,0%).
En cambio, el nivel más alto desde entonces en esta época se produjo en 2013 (71,2%). Los niveles más altos de agua en la actualidad corresponden al Cantábrico Oriental (83,6%), el Cantábrico Occidental (82,0%), las cuencas internas del País Vasco (71,4%), el Miño-Sil (62,6%), Galicia Costa (60,4%) y Tinto, Odiel y Piedras (59,8%). Por debajo del 50% están el Júcar (47,6%), el Tajo (47,4%), el Duero (45,6%), el Ebro (36,7%), el Segura (26,1%), la cuenca mediterránea andaluza (26,0%), el Guadiana (24,2%), las cuencas internas de Cataluña (24,1%), el Guadalquivir (19,3%) y el Guadalete-Barbate (16,8%). "
Paradoja Terrible
Por otro lado, Greenpeace España indicó este martes que el cambio climático trae la "paradoja terrible" de la convivencia de "sequías con inundaciones". "Los aguaceros solo generan daños y no sirven para combatir la sequía", añadió.
El responsable de Agua en Greenpeace España, Julio Barea, recalcó que las lluvias torrenciales de los últimos días en España solo pueden mejorar muy levemente la situación de humedad del suelo en algunas zonas concretas, pero no sirven apenas para rellenar los embalses porque han sido "muy puntuales y localizadas" y causaron "más daños que beneficios, con lamentables pérdidas humanas y graves desperfectos en viviendas e infraestructuras".