Las comunidades de Galicia, País Vasco y Castilla y León albergarán los primeros bosques laboratorio de España, impulsados por el proyecto Planforlab, que nace con el objetivo de estudiar y regenerar las masas de coníferas, especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático y las plagas forestales.

Los bosques laboratorio, que contarán con apoyo del Ministerio de Agricultura y están cofinanciados por los fondos FEADERde la Unión Europea, se ubicarán concretamente en Ponteareas (Pontevedra), Albiztur (Gipuzkoa) y El Bierzo (León), tres zonas afectadas por fenómenos que amenazan seriamente la salud de sus pinares.

Cada bosque ocupará unas 30 hectáreas, divididas en parcelas para la realización de ensayos y demostraciones científicas. Se analizarán variables como las condiciones del suelo, la detección temprana de plagas y el monitoreo de factores ambientales. Además, serán espacios demostrativos para técnicas de mejora forestal y de restauración.

Regeneración con especies adaptadas

En estas parcelas se plantarán al menos 2.000 plántulas por bosque de especies seleccionadas como Pinus pinaster, Pinus radiata y Pinus sylvestris, todas ellas procedentes de programas de mejora genética. El objetivo es que los nuevos ejemplares estén mejor adaptados a la sequía, el aumento de temperaturas y otros impactos climáticos, garantizando su resiliencia frente a futuras amenazas.

Los impulsores del proyecto advierten sobre la gravedad del avance de enfermedades como la banda marrón (de origen fúngico) y la expansión del nematodo del pino, un gusano parasitario que afecta gravemente a estos ecosistemas forestales. Estos factores, unidos a incendios y al bajo precio de la madera, han debilitado la confianza de muchos selvicultores en la rentabilidad de estos cultivos.

Un impulso a la bioeconomía rural

Más allá de su valor ecológico, los pinares son fundamentales para la economía de muchas zonas rurales. Los montes de coníferas representan la principal fuente de materia prima para la industria española de la madera de aserrío y de madera técnica.

Según datos de Planforlab, los efectos combinados de incendios, enfermedades forestales y el bajo valor de mercado han reducido significativamente la superficie forestal dedicada a estos cultivos, poniendo en riesgo tanto el suministro de madera como los puestos de trabajo vinculados a la cadena forestal.

Por ello, los bosques laboratorio no solo tienen una función investigadora, sino que pretenden servir de motor para la regeneración del sector del pino, considerado estratégico en Galicia, Castilla y León y País Vasco. Estas comunidades concentran la mayoría de las fábricas de tableros, aserraderos y centros de biomasa, generando empleo rural y promoviendo la descarbonización y la bioeconomía forestal.