Se llaman Lykoi, que significa "gato-lobo" en griego, y la causa de su extraño aspecto es una mutación genética natural a partir de dos camadas diferentes de gato esfinge. Hay quien apunta que se parecen mucho al cinematográfico personaje del 'Hombre-Lobo'.
A pesar de su apariencia, los Lykoi no difieren mucho de un gato doméstico normal, juguetean, son traviesos, y también cariñosos. Lo que sí han advetido sus criadores es un comportamiento que definen como "canino", y es que estos peculiares gatos tienen instincto cazador, personalidad y se muestran “cautelosos con los extraños, pero rápidamente se vuelven amables”. En definitiva, los Lykoi son unos gatos tan raros como simpáticos.
En cualquier caso, según pruebas realizadas por la Universidad de Tennessee, esta raza de gatos no padece ningun tipo de enfermedad o desequilibrio y por lo tanto se abre la veda para el negocio de los criadores de estos animales.
Actualmente hay siete criadores de Lykoi registrados en todo el mundo, con un total de 14 camadas de gatos provenientes de la primera camada.