Grazalema y Granadilla fueron los primeros linces procedentes de la cría en cautividad preparados en el centro de cría de La Olivilla y, aunque Grazalema murió en una jaula trampa, Granadilla sigue en la zona de reintroducción de Guarrizas y ya ha tenido numerosos cachorros.

La cría en cautividad del lince ibérico bajo el Programa de Conservación Ex-Situ, integrado dentro de la Estrategia Nacional para la Conservación del Lince Ibérico, se ha convertido en un elemento básico para el éxito de la recuperación de esta especie en la península ibérica.

El objetivo de este programa de cría en cautividad es proporcionar un número suficiente de animales sanos para ayudar a restaurar la especie en la naturaleza. En los últimos diez años, la procedencia de los animales liberados es doble: 100 del programa de cría en cautividad; y 26 provienen de las poblaciones silvestres de Sierra Morena o Doñana. Del total de estos 126 ejemplares, 80 se han liberado en Andalucía, 23 en Castilla-La Mancha, 12 en Extremadura y 11 en Portugal.