Hace tan solo dos años, Tomi, este enorme oso pardo en riesgo de extinción, recorría las montañas de Albania en libertad. Hasta que un día, el dueño de un restaurante del país terminó con su tranquilidad y decidió capturarlo para meterlo en una jaula las 24 horas del día.
El objetivo de este desalmado empresario era que sus clientes pudieran entretenerse dándole de comer. Sin embargo, muchos de ellos no se daban cuenta que detrás de esos barrotes se encontraba un animal salvaje, que bajo ningún concepto puede vivir enjaulado.
Ahora, un grupo de activistas de la asociación 'Four Paws' ha conseguido rescatarlo. Después de pasar un reconocimiento del veterinario, cuando se establezca que por fin se encuentra en buen estado de salud, estará listo para disfrutar de su nueva vida en una reserva natural.
"Tomi está en muy mal estado. Sus dientes están dañados y tiene lesiones en la parte superior del cuerpo. Ya era hora de que el equipo lo sacara de este horrible lugar. En nuestro santuario para osos recibirá atención veterinaria de primera clase y será capaz de vivir como un oso normal, en un hábitat natural", ha explicado Carsten Hetwig, un experto en osos de 'Four Paws' que se mostraba muy contento tras conseguir su liberación.
La realidad es que Tomi sufría tanto por estar enjaulado que la desperación y la soledad lo llevaban a abrazarse a sí mismo para consolarse y no sentirse solo.