Esta decisión fue adoptada en la conferencia de los 183 Estados que participaron en la convención que regula el comercio internacional de especies de flora y fauna amenazadas, celebrada en Ginebra.
Una mayoría de 106 países votaron a favor de limitar el comercio de ejemplares vivos y sus partes, 21 lo hicieron en contra y 7 optaron por la abstención.
La protección de la jirafa fue reclamada por países de África central y occidental, tras el declive de la población de este animal, pero también fue criticada por países del sur del continente que defendían sus avances en programas de conservación.
Permiso especial de exportación
Ahora, todo comercio internacional de jirafas estará sujeto a un permiso especial de exportación o reexportación, que sólo podrá ser expedido por la autoridades pertinentes si éstas consideran que la operación comercial no amenaza la supervivencia de la especie en su medio natural.
Las jirafas viven en libertad exclusivamente en África y se calcula que actualmente quedarían unos 50.000 ejemplares, según el científico jefe de la Secretaría que gestiona la convención, Thomas de Meulenaer.
Los países africanos que han liderado la campaña para proteger a las jirafas están desesperados por los pocos individuos que quedan en sus territorios y creen que restringir su comercio internacional ayudará a que la especie se recupere y atraerá la atención internacional hacia esta problemática.
Crecimiento demográfico
Prácticamente todos los elefantes habitan en parques naturales, que en los países de Africa central y occidental son insuficientes en número y los que existen están poco equipados porque no reciben financiación adecuada.
El fuerte crecimiento demográfico en África es la mayor amenaza para las jirafas porque los seres humanos ocupan cada vez más territorios que forman parte del hábitat de este mamífero, explicó De Meulenaer. Además, las jirafas son blanco de caza por su carne, su cola, su piel y también como trofeos.
Un grupo de países del sur de África (Botsuana, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Tanzania, Zambia y Zimbabue) intentó evitar que la restricción de comercio se aplicara a ellos bajo el argumento de que sus poblaciones de jirafas han crecido en los últimos años.
Sin embargo, la conferencia se negó a hacer excepciones, frente a los cuales esos países dijeron que rechazaban la decisión y que presentarán quejas formales.
La conferencia de los países de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) ha reunido a 3000 expertos de todo el mundo.