Un grupo de investigadores ha descubierto tres nuevas especies de avispas (Neuroterus elvisi, Neuroterus pulchrigalla y Neuroterus glandiphilus) que inducen sus agallas en robles blancos de Costa Rica y Panamá (Centroamérica). Éstas viven en bosques húmedos donde se han encontrado evidencias de otras especies.
Las avispas Neuroterus forman parte de la familia de los cinípidos, insectos que ayudan a la planta a crear tejidos vegetales o agalla cuya función es la de refugio y alimento para las larvas. Son avispas pequeñas (1,5 – 3 milímetros), con colores no metálicos, con venación alar simple y abdomen comprimido en el lado.
El investigador del MNCN ha declarado que “difieren de las especies europeas de Neuroterus en algunos rasgos morfológicos, por lo que será necesario una profunda revisión taxonómica para determinar si se encuadran definitivamente en el mismo género”.
Los bosques en los que viven estas avispas están amenazados y si estos insectos toman este lugar como hogar, ayudarán a su conservación “lo que supondría una de las aplicaciones más prácticas y directas del estudio” ha añadido el experto.
Las avispas Neuroterus residen habitualmente en los árboles del género Quercus. Las agallas de estas avispas son focos de biodiversidad gracias a las comunidades de insectos que albergan.
La avispa aprovecha el árbol como refugio y la agalla le protege por los daños producidos por la anidación de la avispa.
Por otro lado, algunas especies pueden resultar ser plagas forestales como la avispilla del castaño (Drycosmus kuriphilus) que parasita los castaños de muchos países europeos como España.