Debido al aumento de temperaturas, que han supuesto una primavera más calurosa en zonas como el Ártico, habrían aumentado en gran medida los incendios en esta región. De hecho, como apunta el equipo de investigadores del Servicio de Vigilancia Atmosférica (CAMS) durante las próximas semanas se espera que estos fuegos se intensifiquen notablemente.
La previsión de estas condiciones, que ha sido posible gracias a los registros de los satélites del Sistema europeo Copérnicus advierten, además, que los incendios podrían continuar activos, o extenderse a través de distintos focos, durante temporadas inusualmente largas.
La principal causa del aumento de incendios en el Ártico se debería, como explican los especialistas, a un entorno mucho más seco y árido, con temperaturas más altas. Un hecho que en Europa suponía un nuevo récord de temperaturas más altas durante los meses de marzo y abril.
Aunque el desarrollo de incendios en esta región es algo habitual durante fechas más cálidas, los investigadores avisan de que la situación actual es preocupante, con registros de incendios sin precedentes en 2019.