Una botella de plástico tarda casi 400 años en descomponerse por completo y más del 80% de los envases no se reciclan, por lo que el impacto medioambiental es incalculable.
Así, con el objetivo de cuidar el medio ambiente, Closca Design, una empresa española ha lanzado 'Closca Bottle', una cómoda y práctica botella de vidrio de borosilicato, reutilizable y degradable con una funda de silicona que protege el contenido del envase y al mismo tiempo se sujeta en casi cualquier superficie como una mochila, maleta o bicicleta.
Además, tiene su propia app que muestra los lugares donde rellenar la botella gratuitamente, ya sea en cafeterías, restaurantes así como otros lugares.
Esta botella es una buena alternativa al plástico con la que podemos, además, contribuir a proteger al medio ambiente si empezamos hoy, a cambiar nuestros hábitos.