Al ver al pequeño animal, tirado en el suelo, el joven colombiano le practicó una RCP para que siguiera respirando.
En el vídeo se puede ver cómo el joven presiona el pecho de la ardilla para que su corazón continuara bombeando sangre y le llegara al cerebro.
También abrió su boca para insuflarle aire para que pudiera respirar. Tras unos minutos insistiendo, la ardilla reaccionó y comenzó a moverse.