Un cisne, un delfín y un tiburón son solo algunos ejemplos recientes de los animales que sacaron de su hábitat para ser los protagonistas de la foto de alguna persona deseperada por hacerse ese selfie perfecto.
Afortunadamente, esta historia tiene un final feliz. Alan Holyoak, un experto en biología marina, se encontraba dando un paseo por una playa de Oregón, en Estados Unidos, cuando de repente vió un pequeño tiburón tirado en la orilla de la playa.
El hombre se acercó al animal y compró que, todavía tenía signos de vida, así que no dudó en poner su cabeza contra el agua para que sus branquias se lavaran y pudieran llenarse del oxígeno que tanto necesitaban.
Poco a poco el pequeño tiburón se fue recuperando y Alan Holyoak devolvió al animal al mar.
Gracias a su mujer, que fotografió el rescate, podemos ser testigos de este ejemplo a seguir.Sin duda, un comportamiento ejemplar del que muchas personas deberían aprender.