En las últimas tres décadas, los satélites han observado una disminución del 13% por década en periodo estival, lo que supone una cifra récord desde que se comenzó a observar por satélite la superficie ártica, hace treinta años.
La capa de hielo del mar crece naturalmente en los fríos inviernos árticos y se contrae cuando las temperaturas suben en primavera y verano, según indica el NSIDC. La extensión de hielo marino en el Ártico el pasado 26 de agosto era de 410 millones de kilómetros cuadrados, lo que suponen 70.000 kilómetros cuadrados menos que la superficie registrada en septiembre de 2007.
"La pérdida persistente de la capa de hielo perenne -hielo que sobrevive a la temporada de fusión- provocó un deshielo récord en el verano de este año", afirma Joey Comiso, científico investigador en el Centro Goddard de la NASA. "Y a diferencia de 2007, las temperaturas no eran inusualmente cálidas en el Ártico este verano", añadió.
Espesor de la capa de hielo
El nuevo récord se ha alcanzado antes de que termine la temporada de deshielo en el Ártico, que suele tener lugar a mediados o finales de septiembre. Los científicos esperan ver una pérdida aún mayor del hielo marino en las próximas semanas.
"El 2007, fue mucho más cálido. Estamos perdiendo el componente de espesor de la capa de hielo. Y si se pierde el componente de espesor de la capa de hielo, el hielo en el verano se vuelve muy vulnerable", advirtió.