Se trata de un estudio realizado por Greenpeace llamado: 'Dejando huella. La presencia de sustancias tóxicas en la ropa y equipación de montaña' que ha analizado 40 productos adquiridos en 19 países y constatado que la mayoría de ellos siguen usando compuestos tóxicos como los PFC (perfluorocarbonos y polifluorocarbonos) para impermeabilizar sus prendas.

Los PFC, explican, son compuestos químicos que no existen en la naturaleza, pero una vez que llegan al medio ambiente muchos de ellos se degradan lentamente, se dispersan globalmente y llegan a la cadena alimentaria, lo que hace que la contaminación sea irreversible.

Algunos de estos productos son calzado de montaña, tiendas de campaña, mochilas, cuerdas o sacos de dormir.  Además, en muchos de esos productos, se ha encontrado un alto porcentaje de PFC.

Por ello, Greenpeace ha puesto en marcha una petición internacional para que los usuarios puedan pedir a las marcas afectadas que eliminen los tóxicos de su proceso de producción.