Este pájaro tiene una capacidad de adaptación para poder prosperar en casi cualquier entrono, ya sea campo o ciudad, y sigue una dieta que, en su mayoría, es de origen vegetal, destacando las semillas, por ello se le ha clasificado como un depredador de semillas, pero ahora el nuevo estudio ha señalado que también puede ser dispersor de semillas.
El estudio lo ha llevado a cabo el Grupo de Investigación en Ecología y Gestión de Fauna silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con investigadores de la Universidad de Debrecen (Hungría), del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN – CSIC), y ha sido publicado en Ecology and Evolution.
El estudio revela que este pájaro tiene una función en los ecosistemas mayor a la que se pensaba, porque afecta a plantas como la higuera (Ficus carica) o el Geranium sp. y el Rumex sp. Influyen enormemente en la vegetación de la zona, porque pueden tanto propagar plantas de la zona como especies invasoras, debido a que comen semillas y luego las defecan. Este estudio hace pensar que otras aves que también se alimentan de semillas pueden tener un papel parecido en el ecosistema, y por tanto habría que reevaluar su papel en la naturaleza al no ser meros depredadores de semillas.
El estudio
Los investigadores analizaron excrementos individuales y charcas fecales para comprobar la presencia de semillas y su viabilidad, descubriendo que el 53,9% de esas semillas eran viables, aunque variaba entre las distintas especies de plantas.
Por ello creen que es necesario seguir investigando otro tipo de aves granívoras para comprender sus roles en la naturaleza y, de este modo, poder desarrollas estrategias holísticas de conservación y gestión en paisajes urbanos. Estas aves pueden ser colaboradores valiosos en la dispersión de semillas.