España es uno de los países con más caza de tiburones en todo el mundo, junto a Japón e Indonesia. Esto no sólo pone en peligro la supervivencia de los escualos, sino la de toda la cadena trófica oceánica. A esta conclusiónha llegado el experto submarinista Karlos Simón, que ha advertido sobre la importancia de la desaparición del tiburón, que pondría en riesgo "el futuro de la pesca a nivel mundial".

Los tiburones son los principales depredadores de los peces carnívoros por lo que "si desaparecieran, éstos se multiplicarían y acabarían con los peces herbívoros, su alimento". De ser así, "una vez desaparecidas las especies que se alimentan de algas, éstas crecerían sin control en nuestro mares", según explica Simón. Esto provocaría un gran aumento de CO2 ya que el mar es el mayor sumidero de dióxido de carbono del planeta.

Durante las últimas décadas la caza de tiburones ha aumentado debido en parte a la demandada sopa de aleta. Para conseguir esta parte del cuerpo los pescadores capturan a los animales, les cortan las aletas y después los arrojan vivos al mar incapaces de poder volver a nadar, por lo que "mueren de asfixia entre terribles dolores", tal como aseguró Simón.

"Cada año se cazan más de 100 millones de tiburones. No hay grupo animal que aguante esta presión" afirmó el submarinista. Este animal no sólo se consume en países asiáticos sino también en muchas otras partes del mundo como Australia, Francia o España, donde el cazón es uno de los platos más típicos de Andalucía.