El estudio que comenzó en 2010 se ha publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. Las representaciones de animales en antiguos artefactos egipcios ha ayudado a los científicos a reunir un registro de los grandes mamíferos que vivían en el valle del Nilo en los últimos 6.000 años. Un nuevo análisis demuestra que la extinción de las especies, probablemente causada por un clima más seco y el crecimiento de la población humana en la región, ha hecho que el ecosistema sea cada vez menos estable.
Según el primer Justin Yeakel autor los autores la pérdida de cualquiera de las especies tuvo relativamente poco impacto en el funcionamiento del ecosistema, mientras que ahora es mucho más sensible a las perturbaciones.
Hace unos seis milenios, había 37 especies de grandes mamíferos en Egipto, pero sólo ocho permanecen hoy. Antes era una comunidad rica y diversa de maníferos afirma yeakel. Entre las especies registradas en obras de arte de finales del periodo predinástico (antes del 3100 aC) que ya no se encuentran en Egipto están leones, perros salvajes, elefantes, antílopes oryx y jirafas.
"A medida que el número de especies disminuyó, una de las cosas principales que se perdió fue la redundancia ecológica del sistema. Hubo múltiples especies de gacelas y otros pequeños herbívoros, que son importantes porque muchos depredadores diferentes se aprovechan de ellos. Cuando hay menos de esos pequeños herbívoros, la pérdida de cualquiera de las especies tiene un efecto mucho mayor sobre la estabilidad del sistema y puede conducir a extinciones adicionales", argumenta.
El nuevo análisis
Se basa en los registros recopilados por el zoólogo Dale Osborne, cuyo libro de 1998 'Los mamíferos del Antiguo Egipto' proporciona una imagen detallada de las comunidades de animales históricos de la región sobre la base de la evidencia arqueológica y paleontológica, así como los registros históricos. "Dale Osborne recopiló una increíble base de datos de cuando las especies estuvieron representadas en obras de arte y cómo eso cambió con el tiempo. Su trabajo nos permitió utilizar técnicas de modelado ecológico para ver las consecuencias de esos cambios", añde Yeakel.
El coautor Paul Koch, ayudó a diseñar el enfoque del equipo a partir de los registros para ver las consecuencias ecológicas de los cambios en las especies. Yeakel se asoció con los modeladores ecológicos Mathias Pires, de la Universidad de Sao Paolo, en Brasil, y Lars Rodolfo, de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, para hacer un análisis computacional de la dinámica de las redes de depredador-presa en las antiguas comunidades de animales egipcios.
Cinco episodios de cambios drásticos
Los investigadores identificaron cinco episodios durante los últimos 6.000 años, cuando se produjeron cambios drásticos en la comunidad de mamíferos de Egipto, tres de los cuales coincidieron con modificaciones ambientales extremas como un clima más árido. Estos periodos más secos también coincidieron con agitación en las sociedades humanas, como el colapso del Imperio Antiguo hace unos 4.000 años, y la caída del Imperio Nuevo hace unos 3.000 años.
Yeakel explica que hubo tres grandes pulsos de aridez en los que Egipto pasó de de un clima húmedo a más seco, empezando por el final del Periodo Húmedo Africano hace 5.500 años, cuando los monzones se desplazaron hacia el sur.
El cambio reciente más importante en las comunidades de mamíferos ocurrió hace unos cien años. El análisis de las redes de depredador-presa mostró que la extinción de especies en los últimos 150 años tuvo un impacto desproporcionado sobre la estabilidad del ecosistema y estos resultados tienen implicaciones a la hora de entender los ecosistemas modernos, plantea Yeakel.
"Vemos una gran cantidad de ecosistemas de hoy en los que un cambio en una especie produce una gran alteración en el funcionamiento del ecosistema y que podría ser un fenómeno moderno. No tendemos a pensar en cómo fue el sistema hace como 10.000 años, cuando podría haber habido mayor redundancia en la comunidad", afirma Yeakel.