Para la elaboración del ranking, que incluye a 171 países, se tienen en cuenta la frecuencia y exposición de los países a los desastres naturales y la capacidad de éstos para enfrentarse a las amenazas y recuperarse de los efectos de un desastre. Para esto se han utilizado diversos factores, como el acceso a agua potable, a servicios médicos, la condición de las viviendas, el porcentaje de desnutrición, el nivel de pobreza y el producto interior bruto, además de analizarse los niveles de corrupción.
La alta exposición de un país a los desastres no equivale a una alta vulnerabilidad, según indica el informe. Un ejemplo es el caso de Japón, que a pesar de ser un país con un grado de exposición a los desastres muy alto, muestra baja vulnerabilidad "gracias a su nivel de desarrollo". Liberia es el ejemplo contrario ya que aunque se encuentra en un nivel de exposición muy bajo, se trata de un país "extremadamente vulnerable" debido a su situación económica y social.
Teniendo en cuenta todos los factores (exposición y vulnerabilidad), la clasificación está encabezada por Vanuatu seguido de Tonga, Filipinas, Guatemala, Islas Salomón y Bangladesh. A excepción de Japón, los países que sufren más riesgo de sufrir catástrofes son países en vías de desarrollo o emergentes situados en el Sudeste Asiático, Oceanía y América Central.
En el otro lado, Qatar se muestra como el país con menos riesgo de sufrir una catástrofe natural junto a Malta, Arabia Saudí, Barbados, Granada, Islandia y Kiribati. Europa es la región menos afectada y la mayoría de los países de este continente se sitúan en los últimos puestos de la clasificación, entre ellos España, que se encuentra en el puesto 143.
El país más amenazado por los desastres naturales dentro de la UE es Países Bajos, que se sitúa en el puesto 50 y cuenta con un alto nivel de exposición a los desastres junto a Grecia, segundo país de la UE con más riesgo. En cuanto a los países más capacitados para enfrentarse a los desastres están Dinamarca, Alemania, Bélgica, Austria y Finlandia.
Los más expuestos y los más vulnerables
Vanuatu, Tonga, Filipinas, Japón, Costa Rica, Brunéi, Mauricio, Guatemala, El Salvador y Bangladesh son en este orden los países más expuestos a desastres naturales como terremotos, tormentas, inundaciones, sequías y aumento del nivel del mar.
La vulnerabilidad se calcula a partir de la susceptibilidad (infraestructura pública, pobreza, nutrición, etc), la capacidad de enfrentarse a los desastres y también la capacidad de adaptación tras sufrir uno (este último se mide a partir de aspectos sociales como la educación, la igualdad o la esperanza de vida).
Bajo este factor, los países más vulnerables son Chad, Haití, Afganistán, Níger, Sierra Leona, Mozambique, Guinea-Bisáu y Burundi, todos ellos con porcentajes de vulnerabilidad superiores al 70%. En el lado contrario, los que menos son Suiza, Noruega, Alemania, Austria, Australia y Nueva Zelanda.