Las bolsas de plástico dejaron de ser gratuitas a partir del 1 de julio, con el fin de reducir el impacto medioambiental de los envases y sus residuos. Sin embargo, las cadenas de distribución de alimentos, que son las que más bolsas consumen, "tomaron hace más de cuatro años medidas para reducir las bolsas de línea de caja", explica Ignacio García, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS).
"Con el esfuerzo de las cadenas de distribución y la concienciación, para 2016 ya se había reducido casi el 90% de las bolsas de caja", tanto las 'ligeras' como las 'gruesas'.
En 2007, cada español utilizaba de media 300 bolsas de plástico al año, cifra que ha bajado a unas 144. Esto supone unos 6.800 millones de bolsas en circulación de todo tipo de grosor, situándose por debajo de la media europea, de 175.
Las cadenas de supermercados tuvieron que hacer una inversión millonaria para buscar y ofrecer soluciones con otros materiales reutilizables.
La organización FACUA-Consumidores en Acción califica la medida del cobro por las bolsas como "bien intencionada" pero "poco eficiente" porque "muchos consumidores asumen directamente el sobreprecio que supone la bolsa, ya que la cantidad es muy pequeña en relación al precio total de la compra".
"Una mejor alternativa sería no suministrar bolsas de plástico", propone Rubén Sánchez, portavoz nacional de FACUA, quien considera que "tendrían que llevar su bolsa de casa" o usar una reutilizable.
Greenpeace coincide con FACUA en que "se debería cobrar una cantidad mayor para discentivar totalmente su consumo". Los ecologistas reclaman premiar el uso de cualquier contenedor reutilizable, como "las bolsas de tela, mochilas o capazos".
A partir de 2021, las bolsas 'ligeras' y 'muy ligeras' estarán prohibidas, excepto las que sean compostables. Aunque éstas conllevan "una problemática distinta, pues se trata de un envase no sustituible", señala Ignacio García.
El director de ASEDAS pide que exista una recogida orgánica separada en todas las ciudades de España, pues el tratamiento de la bolsa compostable exige "unas condiciones de temperatura y presión determinados" para que se pueda convertir en un material que pueda devolverse al medioambiente de una forma adecuada.