El último censo nacional de 2013 registró 297 manadas de lobos en España, cifra que, según WWF, se ha mantenido estable en años posteriores, lo que lleva a la organización a solicitar un nuevo censo actualizado.
La decisión del Convenio Berna ha generado diversas reacciones. Mientras que organizaciones ecologistas, como WWF, critican la medida al considerar que debilita los esfuerzos de conservación realizados durante décadas, asociaciones de ganaderos la ven como una oportunidad para flexibilizar las normativas y reducir los conflictos con la ganadería extensiva.
A pesar de la reducción de su estatus de protección en Europa, el lobo ibérico mantendrá su protección especial en España, lo que garantizará su conservación y promoverá medidas que faciliten la coexistencia con las actividades humanas.