"Se necesita una inversión total de 2,9 billones de euros de aquí a 2050 para situar a España en la senda de la neutralidad climática y mantener la competitividad a medida que el mundo transita hacia la neutralidad neta", señala el estudio, que analiza también Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia y Suecia. Transporte y agricultura en el informe titulado "La carretera hacia el cero neto. Superar la brecha de la inversión verde" señala que España necesita hacer esfuerzos sustanciales para ampliar la red ferroviaria y la infraestructura de movilidad flexible y recomienda que aumente la inversión pública en transporte en 9.000 millones de euros al año.
El Instituto Rousseau dedica también un capítulo a la agricultura, en el que aboga por una conversión del sector hacia prácticas sostenibles que potencialmente reducirían la producción pero sólo de manera insignificante que garantizan una producción suficiente para alimentar a toda la población de la UE y satisfacer las necesidades clave de exportación de lácteos y trigo.
Propone introducir un impuesto a la carne
La carne, según indican es "producida de manera intensiva" y dedicarían esos ingresos fiscales para "compensar a los criadores afectados" y "financiar reducciones de precios para los alimentos orgánicos y extensivos". Recomienda también apoyar con fondos públicos la conversión de la flota de tractores a vehículos de bajas emisiones y el uso de biogás, así como reducir los precios de los alimentos orgánicos para que sean asequibles para la mayoría de la población y proteger el mercado europeo de importaciones baratas. En el caso de España, que cuenta con el 15 % de la superficie agrícola de la UE, el informe destaca que proporcionalmente dedica menos apoyo público a la conversión hacia la agroecología que países con menos cultivos como Italia o Alemania.
Más inversión en la UE
En el conjunto de la UE, ese laboratorio de ideas estima que hasta mitad de siglo se necesitarán invertir 40 billones de euros para cumplir los objetivos de descarbonización del sistema productivo y canalizar, de media, un 2,3 % adicional del PIB de la UE a ese área. El gasto público en los Veintisiete para financiar la descarbonización debería multiplicarse por dos y pasar de 250.000 a 510.000 millones de euros al año, según los autores del estudio presentado este martes en Bruselas. "Las cifras pueden parecer significativas, pero invertir en la transición verde es una medida financiera inteligente, que representa una fracción de lo que los gobiernos de la UE desembolsaron para la recuperación de covid-19 y los subsidios a los combustibles fósiles", declaró el director del estudio, Guillaume Kerlero de Rosbo.
Los autores del análisis, realizado con el apoyo del grupo de Los Verdes del Parlamento Europeo, recomiendan que las reformas en curso de las normas fiscales de la UE excluyan las inversiones en descarbonización, como el transporte limpio y la renovación de edificios. "Es hora de que los gobiernos europeos pongan su dinero en práctica y den prioridad a la inversión pública para afrontar la transición verde", declaró el eurodiputado y presidente de Los Verdes, el belga Philippe Lamberts.