Una nueva investigación, que parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), demostraría que todas las especies de tortuga marina están en serio peligro por la expansión de una nueva enfermedad emergente causada por un tipo de hongo.
A raíz de este estudio, los investigadores denuncian la necesidad de añadir nuevas medidas contra la propagación de esta infección provocada por un hongo del género ‘fusarium’ a los planes actuales para la protección y preservación de las tortugas marinas. Si bien las enfermedades emergentes son uno de los principales factores actuales responsables de la pérdida de diversidad marina, en este caso la gravedad es aún mayor debido a que peligra la supervivencia de las siete especies existentes de tortuga marina; seis de las cuales ya se encuentran en riesgo crítico de amenaza.
El cambio climático, la globalización y la dispersión de animales y plantas que pueden portar estos patógenos, debido a la introducción de especies invasivas, son solo unas de las causas que explican la expansión descontrolada de cada vez más enfermedades emergentes. Un factor de riesgo añadido, sobre todo en lo que respecta a animales ya de por sí en peligro de extinción, como, en este caso, la tortuga marina.
Estas nuevas patologías se convierten, por tanto, en un nuevo factor a tener en cuenta por los proyectos de conservación de especies amenazadas, como las medidas propuestas a través de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar para la protección de la tortuga boba y de sus anidaciones dentro del litoral español.