Un total de 10.340 hectáreas fueron quemadas y afectadas por un incendio a principios del verano. Por suerte, más del 70% de la superficie calcinada no afecta al parque natural. Dos meses después, en la zona devastada el negro predomina en el lugar y no es posible el desarrollo de esta zona hasta dentro de dos años. Ahora, WWF ha ofrecido a la Junta de Andalucía su experiencia y ayuda.
Mientras tanto, ya han comenzado en otras zonas los trabajos de revisión del terreno, traslado de comederos de aves, medición de plantas y comprobación de la supervivencia de las especies ya plantadas.
Estas actividades se llevan a cabo desde 2001 en la comarca de Doñana y desde 2013 en el Parque Nacional, gracias a la donación de plantas de la Red de Viveros de la Consejería de Medio Ambiente. Actualmente, se han plantado unas 20.000 en 50 hectáreas.
Por su parte, WWF está plantando alcornoques, labiérnago, acebuche, romero, mirto y lentisco en el lugar. También hace su seguimiento para reducir y eliminar marras, revisar si su crecimiento es correcto, reponer plantas y lo riegan para hacer así un correcto desarrollo de la restauración.