La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha destacado en un informe que el aumento del 4,5 % del consumo de carbón este año supondrá un 60 % más que la contribución adicional de todas las renovables juntas al alza de la demanda energética.
Una demanda que subirá en conjunto un 4,6 %, lo que compensará con creces el descenso del 4 % de 2020, y procederá en un 70 % de los países en desarrollo. Donde se sobrepasará en un 3,4 % el volumen alcanzado en 2019, antes de que hiciera mella la Covid, mientras que en el mundo desarrollado la recuperación de esa demanda no será total, al menos en 2021, y se quedará un 3 % por debajo.
China supondrá un 55 % del aumento del consumo de carbón en todo el mundo este año y aportará 500 millones de toneladas adicionales de CO2 (un 5,1 % más), con lo que se situará un 6 % por encima del nivel de 2019.
En la práctica, eso significará que con 10,49 gigatoneladas su peso relativo en las emisiones del principal gas de efecto invernadero vinculadas a la energía aumentará hasta suponer un 31,8 % del total, cuando en 2019 representaba menos del 30 %.
Muy por detrás quedará Estados Unidos, que con un 13,5 % del CO2 reduce un año más su cuota, como también lo hace, y de forma aún más acusada, la Unión Europea, hasta el 7,3 %.
Más atrás, pero pisándoles los talones a los Veintisiete, las emisiones de India -otro gran consumidor de carbón, como China- se dispararán un 9,3 % en un año hasta 2,35 gigatoneladas, un 7,1 % del conjunto mundial.
El carbón es el verdadero agujero negro del calentamiento global y el principal factor que marca su evolución es la demanda de electricidad en China.
Nuevo récord para las renovables
Las energías renovables habían sido las únicas que habían conseguido eludir caídas en 2020 en la mayor recesión de los tiempos modernos, con un aumento del 3 % gracias a su cada vez mayor competitividad en la producción de electricidad frente a otras fuentes.
Este año, esa dinámica se acelerará con una expansión en el sector eléctrico que permitirá a las renovables acercarse al 30 % de la producción eléctrica, frente al 27 % de 2019.
La aviación lastra el consumo de petróleo
La demanda de petróleo se hundió un 8,8 % en 2020 por las medidas de restricción a los desplazamientos para evitar los contagios de coronavirus, ya que el transporte absorbe alrededor del 60 % del crudo.
La mejora de la situación económica será el vector de una recuperación parcial del 6 % en 2021 que mantendrá la demanda global de petróleo un 3,2 % por debajo de los niveles de 2019.
Eso se explica por el mantenimiento de restricciones a los movimientos, que afectan sobre todo a la aviación, cuya actividad se prevé que en diciembre siga siendo un 20 % inferior a la que había dos años antes.
Por el contrario, el consumo de gas natural subirá un 3,2 % este ejercicio y dejará atrás las pérdidas del 1,9 % en 2020.