Con esta decisión, anunciada por el Departamento de Interior, se podrá acceder a todo el refugio de vida silvestre que se expande en más de 631.000 hectáreas y es hábitat de especies como los osos polares y los caribúes.
El refugio del Ártico, conocido por su biodiversidad como el erengueti de los Estados Unidos, ha sido territorio vedado para las perforaciones a pesar de los esfuerzos de los republicanos por abrirlo a las empresas petroleras.
Los grupos ambientalistas del Congreso lamentan que el plan de la Administración de Trump de arruinar este lugar con el fin de obtener ganancias petroleras privadas a corto plazo es ilegal.
En el último año, cinco de los seis grandes bancos de Estados Unidos -Goldman Sachs, Wells Fargo, Chase, Citi y Morgan Stanley- han reconocido que las explotaciones en el Ártico son una mala inversión y se unieron a más de 20 instituciones financieras de todo el mundo en actualizar sus políticas inversionistas para excluir la financiación de perforaciones en esa región, incluyendo el Refugio del Ártico.