La campaña 'No seas tu el buite; déjame serlo a mi', promovida por las organizaciones ambientales SEO/BirdLife, WWF España, Sociedad Portuguesa para el Estudio de las Aves y Vulture Conservation Foundation, tiene el objetivo de prohibir dicho fármaco, que no afecta ni a humanos ni a mamíferos, pero sí a los carroñeros, aunque de manera indirecta. Son 16 de las 23 especies de buitres las que están en riesgo grave de extinción y es por esto por lo que exigen su prohibición.
La investigación, llevada a cabo en el el subcontinente indio, ha comprobado que el efecto en estas aves es devastador. Los cadáveres de estos carroñeros que tenían al menos un 1% del medicamento habían expirado.
La conservación de los buitres es muy importante debido a que eliminan enfermedades y, además, son aliados de los ganaderos al evitar la incineración de miles de animales, según los expertos.
El fármaco está permitido en España y en Europa, por eso piden su prohibición al considerar que "existen alternativas igual de eficaces".