El Estudio "La contaminación por ozono en el Estado español durante 2016", revela que 37,3 millones de personas respiran en nuestro país aire contaminado por ozono (O3) superior al recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este gas se forma como consecuencia de la reacción química entre la radiación solar y los residuos que expulsan los tubos de escape de los automóviles.
Esto afecta a la mayor parte de nuestro país. En Extremadura y Andulacia occidental, los datos son más preocupantes, mientras que solo en la cornisa cantábrica y Canarias se libraron del problema. Esto no perjudica solo a los residentes en España, sino también a los turistas que pasan sus vacaciones en las costas.
El estudio muestra que los problemas que generan estos gases afectan sobre todo a personas con enfermedades cardiovasculares y respiratorias, ancianos, niños y mujeres embarazadas. Pero, además, influye en el crecimiento de las plantas y reduce el desarrollo forestal y la biodiversidad.
Los datos no son muy alentadores para 2017 y temen que vuelva a repetirse. Por ello, desde Ecologistas en Acción piden que se tomen medidas y proponen como solución que se disminuya el tráfico, potenciando el transporte público en las ciudades.