Tras la Cumbre del Clima que se celebró estos días en París, todavía quedan muchas acciones para proteger el medio ambiente y luchar contra el cambio climático.
Muchos de estos problemas se producen a causa de la acción humana y muchos de podrían evitar.
Debemos ser conscientes de que cada trozo de tierra que se contamina, cada metro cubico de aire o de agua que se poluciona, cada árbol que se tala furtiva u oficialmente, cada animal que muere víctima de las acciones humanas, repercutirá tarde o temprano en nuestras vidas.
Por eso para este año 2016 quedan muchos retos por cumplir y entre todos debemos y tenemos que nponer nuestro granito de arena.
El cambio climático
Se trata de un tema que está a la orden del día y que los expertos continúan alertando a la gente de que algo debemos hacer y pronto.
Por eso debemos regular los futuros impactos para que las próximas generaciones puedan vivir en un mundo que cuide y proteja el medio ambiente. Una de las soluciones es dejar a un lado el uso de combustibles fósiles y optar por energías que provengan de fuentes renovables.
El agua
El agua Junto con el aire y los alimentos son los elementos esenciales que permiten la vida de los seres vivos. Por ello, el agua potable es más que esencial para nuestra supervivencia y, desgraciadamente, en muchos lugares del Planeta está contaminada.
Los niveles de contaminación son tan altos en ríos, arroyos y fuentes subterráneas, que la población de ciertos lugares se envenena lenta pero progresivamente.
Si no ponemos todo nuestro empeño en cuidar este bien global tan necesario, las consecuencias serán nefastas.
La biodiversidad
El problema de la biodiversidad La destrucción de los hábitats de las diferentes especies es continua y diaria y cada vez que un animal desaparece existe un efecto inmediato sobre el resto del ecosistema, ya que se altera irremisiblemente la cadena alimenticia.
Por eso, entre todos debemos respetar y cuidar los espacios y la vida de los animales.
La contaminación
El ser humano tiene la mala costumbre de contaminar todo lo que toca, ya sea el agua, el aire o la Tierra. La gran mayoría de los químicos polucionantes son el resultado del estilo de vida de menos de la mitad de la población de la Tierra.
Estos compuestos tardan desde años hasta siglos en desintegrarse, por lo que es perentorio dejar de contaminar. No es justo que sigamos emponzoñándolo todo, mientras esperamos que la Naturaleza haga su trabajo.
Los excesos
El ser humano no tiene límites a la hora de depredar, no importa donde ejerza dicha acción. Si no se toman medidas muy drásticas, los océanos se quedarán sin peces, porque no se les permite siquiera reproducirse, cuando ya se lo está pescando.
Lo mismo sucede en casi todos los ámbitos: se caza hasta la extinción, se planta hasta agostar las tierras que luego se abandonan, se explotan los recursos sin permitir la regeneración de los mismos y esto debe acabar o no habrá más que pesca, cazar, plantar y/o recolectar.
La deforestación
No solo se talan los árboles de forma indiscriminada y criminal, sin replantar para compensar lo arrasado, sino que la acción del hombre está matando a muchas especies que son fundamentales para la oxigenación del aire que respiramos todos.
La contaminación, las plagas exportadas, las especies no autóctonas que acaban con ecosistemas enteros, los transgénicos, son ataques directos al corazón de la naturaleza y ya es hora de darnos cuenta que mantener un equilibrio también es nuestra responsabilidad directa.